Discurso de apertura del Reward & Recognition de AIESEC Lima




Estimados miembros, estimados amigos:

Para quienes nos visitan, sean bienvenidos a la Universidad de Lima. Para quienes somos de casa, es un gusto verlos a todos juntos reunidos nuevamente.


Esta noche, como ya se va haciendo tradición, desarrollaremos el Reward and Recognition Night. El momento para premiar y reconocer el esfuerzo de nuestros miembros y su aporte al desarrollo de AIESEC Lima. La verdad, no he tenido mucho tiempo de preparar qué decir así que les contaré algo que me pasó hace unas semanas.


Resulta que en la oficina corporativa de la empresa recibimos la visita de estudiantes de la Universidad Católica de Pachacútec (UCPA). Estuvieron algunos empresarios invitados y los gerentes quienes les contaron –en el auditorio- algunos de los aspectos más relevantes de nuestra organización.


Luego del interesante coffee break al que pasamos finalizadas las presentaciones, noté que los alumnos que nos visitaban se ordenaban disimuladamente alrededor nuestro. De pronto, una alumna tomó la palabra y presentó a su compañera quien, con una fluidez que aun les falta a muchos de mis amigos comunicadores, nos agradeció a quienes estábamos ahí delante y a la empresa por el apoyo que le viene brindando a la UCPA.


Mencionó, recuerdo, que el encuentro les había hecho ver que más que buenos profesionales uno debía apuntar a ser una buena persona y que nos agradecía -con esas ganas y expresión que solo la sinceridad otorgan- por todo.


Sin embargo, lo que más recuerdo fue la metáfora que utilizó para describir la ética en la vida: "De nada me serviría saber manejar si es que no tengo la licencia de conducir" - señaló. Ese día, a las 4.20 de la tarde me dirigí a la comisaría de San Isidro a presentar la denuncia policial por pérdida de brevete para al día siguiente, luego de más de 7 meses, recoger mi brevete y seguir conduciendo pero esta vez con la licencia en la billetera. En su momento, publiqué esta nota en el Facebook y terminaba diciendo “Esta es la clase de experiencias que enriquecen el trabajo en una organización como la mía”.


Hoy en la tarde cuando ordenaba algunas ideas y luego de leer varios mensajes que nuestros queridos alumni se escriben a diario por correo, veo que AIESEC es una de esas instituciones de las que da gusto hablar y en las que día a día –en la interacción con sus miembros- uno aprende más cosas que leyendo algún best seller.


Amigos, estamos a la mitad del año y a la mitad de la gestión. Estamos haciendo un alto en nuestras actividades y damos vuelta sobre nuestro camino para ver qué ha sido de nosotros los últimos meses.


Podríamos comenzar recordando las sesiones de trabajo entre las juntas directivas del 2008 y 2009 o la noche en la que asistimos a la transición de juntas directivas en Arequipa. Podríamos ver como si fuera ayer la planificación del proceso de selección, los primeros match del año, los primeros EPs y también los primeros problemas.


Las cosas en AIESEC no son fáciles, son retantes. Siempre les preguntarán: ¿qué haces en un lugar donde no te pagan? ¿por qué pierdes tu tiempo? Quienes llevan más de un año, o dos o más en AIESEC seguro podrán responderles mejor que yo. “AIESEC me cambió la vida” repiten cientos de alumni.


Volviendo a nuestro análisis del año, veremos también el proceso de selección de nuevos miembros, las capacitaciones y el congreso nacional de mayo. Reuniones de áreas y llegadas e idas de nuestros trainees.


Amigos, estamos a la mitad del camino y aun queda mucho trecho por recorrer hasta la meta del año de ser el COMITÉ LOCAL N° 1 de Iberoamérica (para los que no la recuerdan, está pegada en la oficina). La pregunta es ¿qué voy a hacer yo –DIGAN SU NOMBRE- para contribuir positivamente al logro de esa meta?


Y la pregunta es también ¿cómo quiero que el equipo que lidera mi asociación me ayude en ese proceso? Es medio año y es momento también de disculparnos como equipo si es que no hemos sabido cumplir ese rol.


AIESEC es una asociación de jóvenes líderes voluntarios interesados en temas globales, management y liderazgo. AIESEC no es una empresa. Más allá de cualquier ideología, nuestros miembros construyen la realidad de ese sueño en su trabajo diario. Y ese trabajo debe ser valorado y conducido para lograr resultados que hagan que tanto la persona como la organización ganen y sean felices haciendo las cosas bien.


Amigos, iniciamos juntos una nueva etapa en nuestra gestión compartida con pasión, con visión y también con acción. Con los tres componentes completos y no con dos ni con uno. Cuando hay pasión y visión pero no hay acción, las ideas solo quedan como buenas ideas. Cuando hay visión y acción pero no hay pasión, las cosas no se hacen con ese cariño que es el que produce resultados extraordinarios. Y cuando hay pasión y acción pero no hay visión, lo que se pueda hacer se reduce a simples actividades que no contribuyen a ningún fin ulterior porque no existe: navegamos –bien o mal- pero sin rumbo.


Estimados amigos, tenemos los recursos para lograr nuestra meta. Trabajemos por el futuro pero un futuro que nos alcance a todos. Construyendo puentes entre nosotros incluyendo a todos y a cada uno. Amigos, la meta está planteada: podemos ser los mejores si queremos. Solo nos falta querer y luchar por ese sueño. Por nuestra parte prometemos mejorar porque no cabe duda de que estamos llamados a ser uno para poder ser todos.


Bienvenidos nuevamente al Reward & Recognition de AIESEC Lima.


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